29 abril, 2008

Para Olivia

Y para todos los que les calce esta letra como anillo al dedo:


Reconstrucción (El mejor momento)

Es el mejor momento,
sentir, cambiar de nombre tantas cosas
y olvidar algunas caras
en el cementerio del pasado.

Es el mejor momento,
reconocer, sentir a veces tanto miedo,
y entender que justamente
ése es el gesto más valiente.

Y aceptar que no todo es tan fácil
y que no siempre los huesos
aguantan el peso,
reconstrucción.

Es el mejor momento,
asumir que toda sabiduría y experiencia
no resisten a veces
la fuerza de algunas corrientes.

Es el mejor momento,
comprender, no poder ganar todas las veces
y entender que ésa es la llave
hacia un camino más amable.

Y aceptar que no todo es tan fácil,
y que no siempre los huesos
aguantan el peso,
reconstrucción.

Y aceptar que no siempre es tan fácil,
y que no todos los huesos
aguantan el peso,
aguantan el peso,
reconstrucción.




Te quiero Chica, a ti y a esa mágia que cruza el oceáno y me llena de agua de mar los ojos con tus noticias.

Un abrazo a la familia ;)


(11?)

22 abril, 2008

Si él no es un superdotado

Entonces... ¿qué cárajos es?.



Chic@s: dejen de hacerse el idot@ con videojuegos y pónganse a tocar de verdad.


Consejo de la tía Ruth.


(Btw, así sí me gustan los críos.)



Gracias Tricoidal.



(10?)

17 abril, 2008

Tempus fugit


Nuevo día, después de dormir 5 horas y media –como siempre- me subí a la caminadora: camina, trota, corre, así por una hora, después a bañarme con agua calientísima, me miro al espejo y veo mi piel roja roja, aún sale algo de vapor de la cabeza y me da risa, me alisto, salgo a la calle y rumbo al trabajo pienso en los pendientes, me interrumpe un recuerdo del capítulo de anoche de esa serie a la que te has hecho adicta, deberían de pasarla una hora antes o... ¡¿qué importa?! de cualquier manera no puedo dormir antes. Llego al trabajo y la gente habla pero no la escucho, no oigo nada solo de vez en cuando el sonido del tren que se percibe a lo lejos, suena mi celular y me saca del trance, reviso mi cajón y me alegro que aun no he canjeado ese vale para matar gente, salgo a caminar un poco y empiezo a notar que se derriten mis pies y cada paso que doy me voy empequeñeciendo… creo que debo cambiar de suplemento alimenticio.

¿Rojo, negro o púrpura? No sé cual usar ¿o mejor no voy? No sería la primer vez ni la última que al final decido no ir a una fiesta. Llega la medianoche y yo a mi cama a tratar de dormir, me permití dar tregua a mi auto flagelación mental pero nunca es suficiente... cómo hay gente que desprestigia la depresión, ese sutil y dulce dolorcito que causa adicción. Haciendo repaso mental siempre estoy esperando que suceda algo, algo qué no sé lo que es y por tanto no me queda claro cual es el precio que pagaré por ello.

El tiempo pasa de prisa y las cosas cambian igual de rápido.

Eso pensaba en mi habitación en la obscuridad total, cuando sentí que te acostaste a mi lado, supe que estábamos de frente porque pusiste tu mano en mi rostro y me dijiste como todas las noches que me amabas. Sin abrir los ojos sonreí para que notaras con tu mano que no estaba dormida, después de todo en la obscuridad no era posible que me vieras; esta noche fue diferente porque te contesté, siempre me guardo mis sentimientos pero anoche te respondí:

–Creo que ya la hicimos.
-¿Qué?
-Que después de estos años, creo que no nos equivocamos.
-Yo ya lo sabía antes que tú.



(10)