Oaxaca secuestrada

A finales de Agosto del 2004 mi santa madre llego con una propuesta: Una de sus amigas no podría hacer un viaje con ellas y como las reservaciones eran dificiles de cancelar por la premura si quisiera yo tomar el lugar vacante... mi primera reacción fue negativa ¿que iba yo hacer con un trío de venerables an...señoras (que no me lea!!) pero por otro lado la idea de ir a Oaxaca y sus playas me llamaba la atención.

Estableciendo y definiendo bien que papel llevaría yo en tan singular grupo, acepte bajo mis condiciones jajaja y fué asi como llegue y disfrute 7 días este maravilloso lugar.

Al llegar al destino, las señoras se fueron por su lado y yo por el mío, recorrí todas las bahías de Huatulco, las playas de Puerto Ángel, Zipolite (no comments) y por supuesto, la hermosa ciudad de Oaxaca.

Al visitar Monte Alban parecía una escena surrealista: supongo que por no ser temporada alta de vacaciones solamente un "grupo" de 6 personas eramos mexicanos, de los camiones de turismo descendian extranjeros, en su mayoría europeos. Ese día me sentía debil producto de la exposición prolongada al sol por visitar los arrecífes; un escalon que alguna vez fué construido para otros propositos religiosos y ceremoniales, esta vez se tuvo que conformar con sostener mi baladí persona, mientras veía las señoras que me presumian su derroche de energía subiendo, bajando y recorriendo las ancestrales estructuras...

A que viene todo esto?? hoy recordé la gente oaxaqueña, buena, servicial, me gusta charlar con la gente para conocer sus costumbres, sus gustos, su idiosincrasia, recuerdo a un mesero del Camino Real donde me hospedaba, un jovencito sencillo que al principio batalle para sacarle las palabras, le pregunte de donde era el grano del café que yo tomaba, al final termino presumiendome su equipo de beisbol y el ídolo de la ciudad, el ligamayorista Vinny Castilla, también me contó lo mal que lo pasaron con el huracán Paulina, pobre, aun no imaginaba a Stan... recuerdo a las indígenas que vendían artesanías en la plaza principal de Oaxaca, la risa que les daba que yo les preguntaba por palabras de su dialecto, el rasta que me hizo un tatoo de henna en el tobillo mientras su bellísima mujer amamantando a su hijo conversaba conmigo y me ofrecia sus "atrapasueños", el guía que hablaba en zapotco con su hermano con la misma soltura que respondia en español mis dudas y exponía su recorrido en francés, las frutas y las vendedoras que seguramente inspiraron a Tamayo, vámos! es el estado de Juárez! y hoy en día veo que una pandilla (no pude ser llamada de otra manera) tienen tomada la ciudad, los hoteles, el transporte, el festival la Guelaguetza... espantando el turismo que genera todos los empleos de las personas que anteriormente mencione, que rabia me da.

A estos grupos barbaries que no se les ocurra a nadie tocarles un pelo porque luego luego salen los defensores desgarrandose las vestiduras... bah! y ¿quién vela por los derechos de la gente que SI quiere y necesita trabajar???

Foto: El Norte.com