Como ya sabrán, por un lado el PRD busca despenalizar el aborto en el país y por otro lado estan los que se oponen en modificar la ley.
Yo -podría- estar de acuerdo bajo ciertas circunstancias extremas la autorización de un aborto pero JAMAS bajo el estúpido y rídiculo ejemplo que esgrime la imbécil de Guadalupe Loaeza en la carta dirigida a Chespirito a través del periódico El Norte.
Y luego les llaman intelectuales...Já!
Texto íntegro:
"A Chespirito:
"
Qué astuto resultó ser, finalmente, Chespirito! La verdad es que no contábamos con tanta astucia... astucia para haber aceptado participar en una campaña en contra de la despenalización del aborto y de este modo recibir una lana y contar con la absoluta garantía de que se irá derechito al cielo. Qué hombre tan astuto, ¡carambas! En un dos por tres quedó bien con la Iglesia, con el Papa Benedicto XVI, con el Cardenal Primado de México, Norberto Rivera, con los grupos ultraconservadores, con el PAN, con Espino, con Abascal, con Serrano Limón y, por si fuera poco, con el señor Felipe Calderón, quien de lo más enfáticamente dijo el 20 de marzo: "Yo estoy en defensa de la vida, tengo un pleno respeto por la dignidad y la vida humana. Y también creo que la legislación existente en el Distrito Federal y otros estados es en este momento la adecuada".
¿Cuánto le habrán pagado a este hombre tan astuto? ¿Quién lo habrá contratado? ¿Cuántos spots de 30 segundos en horario triple A ya pasaron y seguirán pasando nada menos que en el Canal de las Estrellas? ¿Habrá cobrado el cómico o lo hizo por pura convicción y él mismo pagó la campaña a cuenta de regalías? ¿Estará Televisa costeando esta cruzada o bien qué organización, empresa o agrupación estuvo de acuerdo con pagar los 600 mil pesos del costo de cada de medio minuto en donde Roberto Gómez Bolaños, "Chespirito", dice con toda su astucia: "Hola, soy su amigo 'Chespirito'. Cuando estaba yo en el vientre de mi madre, ella sufrió un accidente que la puso al borde de la muerte. El médico le dijo: 'Tendrás que abortar', y ella respondió: '¿Abortar yo?, ¡jamás!', es decir, defendió la vida, ¡mi vida!, y gracias a ello estoy aquí". El spot está firmado por una asociación "fantasma", pidiéndole al auditorio: "Abortemos la ley, no la vida".
Habría que recordarle a "Chespirito" que de eso se trata precisamente, es decir, de tener la opción de poder elegir libremente sobre su cuerpo. Así como su madre no quiso abortar porque deseaba tener a su hijo, lo cual resulta perfectamente respetable, igualmente hay mujeres que optan libremente por el aborto. ¿Qué les sucede a las que no desean tener más hijos?, ¿qué les sucede a esas mujeres, especialmente las pobres, que se ven obligadas a recurrir a los abortos clandestinos?
Porque como bien escribió Marta Lamas en la revista Proceso que está circulando en estos momentos: "Más que discutir sobre 'la vida', en abstracto, habría que tratar de pensar en concreto en las responsabilidades emocionales y económicas que supone tener un hijo. ¿Quién se va a ser cargo? ¿Qué hacer con las criaturas abandonadas? ¿Abrir más orfelinatos? ¿Y con las rechazadas emocionalmente? ¿Y con las maltratadas? El psicoanálisis tiene una amplia experiencia clínica sobre los terroríficos caminos que toma una maternidad no deseada y los altísimos costos psíquicos que pagan los hijos no deseados".
Pero regresemos con la astucia tan oportuna de "Chespirito". Usted, Sr. Gómez Bolaños, tuvo la fortuna de haber sido deseado por su madre. Eso es lo que hace la diferencia. Cuando llegó usted al mundo, seguramente su madre lo arropó con amor, lo educó con paciencia y con alegría. Lo más probable es que hubiera celebrado sus ocurrencias, pero sobre todo su astucia... Qué orgullosa ha de haber estado de su hijo tan exitoso, de su hijo que hacía y sigue haciendo reír a millones de niños. Lo más probable es que su madre haya sido una mujer luchona y valiente cuyo único reto en su vida era sacar adelante a sus hijos. Ignoro si usted tiene hermanos o si es hijo único, en este caso, la felicidad de la señora Bolaños ha de haber sido infinita al tenerlo. De ahí que con toda libertad y a pesar del accidente que prácticamente la obligaba a abortar, le haya dicho al doctor: "¿Abortar yo? ¡Jamás!".
Usted, Sr. Gómez Bolaños, que se felicita por la muy respetable decisión de su madre, usted que se congratula por estar aquí vivo en la tierra, permítame contarle la historia de María Anna Schicklgruber. María Ana era campesina austriaca, católica, de una familia de 11 hermanos. Pobre y con escasa educación, María se vio obligada a vivir en el campo hasta los 26 años cuando muere su madre. Sola como estaba, decide trasladarse a un pueblo de la zona y vive soltera hasta los 42 años de edad, edad en la que se embaraza (embarazo de alto riesgo, sobre todo entonces). María Ana nunca reveló el nombre del padre de su hijo, así es que el niño es bautizado Alois Schicklgruber como hijo ilegítimo. Éste sería el hijo único de esta madre soltera. Cinco años después, María se casó con Johann Georg Hiedler, cuyo apellido adoptaría Alois ya de adulto y que probablemente un empleado del registro civil transformó por error en Hitler.
Alois Hitler casó con su sobrina Klara, su cuarto hijo fue bautizado con el nombre de Adolf. Ahora le pregunto, don Chespirito, ¿qué hubiera sucedido si María, como madre soltera, pobre y con una edad que podría haber puesto en peligro tanto su vida como la de su hijo, hubiese optado por el aborto? No hubiera nacido el papá de Hitler y la humanidad se hubiera ahorrado 50 millones de víctimas, entre ellos millones de niños, intelectuales, músicos, escritores, filósofos, científicos y gente común.
Sr. "Chapulín Colorado", el argumento que quiere usted hacer valer con su ejemplo pueril en la campaña televisiva no aporta nada en absoluto; además de sensiblero, es cursi. Lo único que logra con su astucia es manipular y confundir, que eso es seguramente lo que usted intenta. ¿Acaso no lo contrataron precisamente para ello? Me temo, señor, que su astucia sea bien bien oportunista, pero sobre todo, totalmente "medieval", como calificara el ombudsman del DF, Emilio Álvarez Icaza, a este tipo de campañas. ¿Por qué, Sr. Gómez Bolaños, mejor no se expresa, con la misma indignación que lo hace contra el aborto, ante realidades tan graves e inaceptables como la pederastia y la pedofilia ya que, a fin de cuentas, muchos de los responsables pertenecen precisamente a esa Iglesia que tanto está apoyando y cuyas víctimas son niños, su público?
¿Por qué mejor no se expresa a propósito de los asesinatos de las mujeres en Ciudad Juárez, contra el narcotráfico o el crimen organizado? ¿Verdad que para este tipo de campañas a la derecha no le parece interesante invertir ni en sus honorarios, ni mucho menos en los altísimos costos de la televisión?
No, "Chespirito", no contábamos con su astucia..."
Guadalupe, ojalá que hubiese un aparato para viajar en el pasado y que tu madre hubiese escuchado al viajero del tiempo a que en base a este criterio que tú defiendes, nos hubiera salvado de libros, articulos y hasta de la voz y personalidad tan chiflada que tienes. Asi si te doy tooooda la razón.
En cambio ¡qué diferencia el articulo de Josefina Leroux al respecto!, eso si demuestra inteligencia y sobre todo lo que ella menciona: CONGRUENCIA.
"PALIATIVO DOLOROSO"
Me llama la atención que de todas las reformas pendientes en el Congreso, los representantes del PRD y la Asamblea Legislativa hayan decidido dar cauce a la ley de sociedades en convivencia y a la de la despenalización del aborto recién iniciado el sexenio.
Será que aprendieron la importancia de escuchar a grupos marginados. O que los temas de las minorías empiezan a ser parte importante de la agenda legislativa. ¿Se estará cumpliendo la visión de Sartori sobre la evolución de los partidos políticos al cederles importancia a asuntos de organizaciones de la sociedad civil portadoras de causas legítimas? O quizás eligieron esos temas para provocar una respuesta adversa del partido de derecha del Presidente, contra principios constitucionales como laicismo, derechos y libertades ciudadanas. A saber.
Por la intención que fuera, el hecho es que resulta interesante que esos temas, tabúes por siglos, dejen de evitarse y entren en debate público para encontrarles soluciones.
De la iniciativa para despenalizar del aborto en más causales, si lo que pretenden los defensores de esta ley es defender la vida de mujeres, o proteger a los nonatos en el caso de sus opositores, no será con la aceptación o rechazo de esta ley que logren su objetivo realmente.
La Organización Mundial de la Salud investigó 57 países donde es legal abortar y 10 países donde está estrictamente prohibido hacerlo, y encontró 26 millones de abortos legales y 20 millones de abortos ilegales en todo el mundo (Perspectivas Internacionales en Planificación Familiar, número especial de 1999).
Sabemos que la penalidad no garantiza una baja tasa de aborto. Tampoco la legalidad confiere a la mujer una fácil elección respecto a la maternidad. El aborto seguirá siendo una grave decisión entre dos males.
Tal vez dejen de morir por perforaciones de útero las mujeres o conserven su fertilidad, pero la decisión de abortar seguirá representando un lindero doloroso de la sexualidad femenina, revelador de enfermedades sistémicas culturales.
Sólo haciendo reformas estructurales al sistema, las mujeres y sus parejas podrán elegir conscientemente su embarazo o prevenirlo. La educación sexual es el punto de partida. Pero no hablo de la información solamente, sino de espacios para trabajo grupal y personal donde las personas puedan, desde pequeñas, reflexionar sobre la perspectiva de género en cada aspecto de la vida. Me refiero a hacer conciencia de las relaciones de poder que por siglos se repiten, así como la transición de los papeles de hombres y mujeres y la implicación de asumirlos o transformarlos.
Es urgente que la educación sexual también contemple hablar de sentimientos, emociones y actitudes para que los y las niñas en formación lleven sus saberes a su corazón en donde surge la estima y la empatía que humanizan la sexualidad. Resulta insuficiente dar información y prohibir conductas, es necesario aprender desde la infancia a discernir y clarificar los propios valores para llegar a ser congruentes.
Pero también ayudarían a prevenir el aborto campañas permanentes sobre planificación familiar acompañadas de entrega de condones y anticonceptivos, incluyendo los de emergencia, en poblaciones marginadas, y crear iniciativas de ley sobre deducciones fiscales a aquellos que contraten a embarazadas, y estímulos fiscales a empresas que tengan guarderías.
Cómo aspirar a hacer justicia a las mujeres si no se le otorga la corresponsabilidad ineludible al padre desde el embarazo y hasta la mayoría de edad de los hijos. Las causas más frecuentes de intentos de abortos son embarazos involuntarios que se asocian con la negativa de la pareja para reconocer el bebé y el abandono económico a la madre que se suma a la condena de la familia, la sociedad y la Iglesia.
La despenalización del aborto es un intento de paliar entonces el viacrucis femenino que esta sociedad fomenta. Pero deshacerse en el futuro de embarazos indeseables seguirá siendo la prueba, ahora aséptica, de la falta de información, oportunidades de desarrollo y equidad que persisten en un mundo violento."
Josefina Leroux