El otro día andaba de paseo y no lo disfrute como en otras ocasiones me sentía incomoda, algo tristona y lo que se me hacia raro es que no había motivo para estarlo. Me cuestionaba si ya me estaría contagiando de la famosa depre navideña (en este caso post-navideña) de la que mucha gente habla y que, afortunadamente, no he experimentado sino todo lo contrario.
Quien me acompañaba notó que mis pilas andaban bajas y me preguntó qué me pasaba le dije lo que sentía pero que no me hiciera mucho caso porque ni yo sabia ni que onda entonces me dijo:
-Son tus gafas obscuras
...
Me quede con gesto de What? y repitió lo mismo al tiempo que con su mano retiraba mis lentes. Debido a mis ojos desacostumbrados al brillo del sol de ese día, parpadeé un par de veces hasta que mis pupilas se ajustaron a la luz. ¡vaya! parecería mentira pero creo que tenía razón; de ver todo el día la luz bajo un filtro color sepia ahora el paisaje era brillante y… ¡alegre! bañado por un brillante sol de invierno.
Quien me acompañaba notó que mis pilas andaban bajas y me preguntó qué me pasaba le dije lo que sentía pero que no me hiciera mucho caso porque ni yo sabia ni que onda entonces me dijo:
-Son tus gafas obscuras
...
Me quede con gesto de What? y repitió lo mismo al tiempo que con su mano retiraba mis lentes. Debido a mis ojos desacostumbrados al brillo del sol de ese día, parpadeé un par de veces hasta que mis pupilas se ajustaron a la luz. ¡vaya! parecería mentira pero creo que tenía razón; de ver todo el día la luz bajo un filtro color sepia ahora el paisaje era brillante y… ¡alegre! bañado por un brillante sol de invierno.
Y es que siempre he usado lentes para sol en negro, nunca he comprado de otro color ni siquiera en difuminado, pero el año pasado perdí mis lentes que tanto me gustaban y estas navidades me han regalado unos muy bonitos pero en color café.
No estaba acostumbrada a ver todo el día esos paisajes amarillo-marronáceo que me recuerdan cuando en el ocaso -y cuando las condiciones son propicias- la luz del sol se reflecta en las nubes y ofrece un espectáculo de tonos rosáceos, naranjas y dorados que al menos a mi me hace lanzar un suspiro por el día que ya casi termina.
3 comentarios:
Ruth el cerebro funciona de manera misteriosa no? igual y es cierto, mucho animo pues lo necesitamos mas que nunca para salir adelante en este duro inicio de año, te mando un abrazote y pues yo ya estoy puesta ahora si para lo que me digan eh? besos!!
Wooow, que chido...o no sabía, se aprende algo nuevo todos los días no?
Pero sigo teniendo problemas, pues yo nunca he usado lentes oscuros, y tengo días como esos muy seguido...quizás lo mío si es depresión postnavideña, prepascual, prelunallena, etc etec. jeje
Saludos y que este año sea mucho mejor que todos los anteriores para ti y los tuyos. ;)
Una vez tuve unos lentes de ese color y eran la neta, me sentía como parte de una película viejita.
Debería comprarme otros iguales. :(
Saludos Ruth.
Publicar un comentario