¡Clásico, que te quiero ver!

Bienvenido 2007.

Mañana van a jugar el clásico (o derby) regiomontano, Tigres vs Rayados en tierras gringas, tigres con su uniforme "Black" y los rayados con su sorprendente color "lavanda" (la banda de locas jaja) y eso me recuerda el "osote" si no el más bochornoso sí el más grande, ¿de qué tamaño? del tamaño del estadio Universitario:

Era uno de esos clásicos fuera de temporada que trataron de implantar en época navideña para beneficio de alguna institución "El clásico del caramelo" le llamaban, como buena aficionada no me perdí ninguna edición y en uno de esos ocurrió que cuando llegamos al estadio y no bien nos habíamos sentado cuando mi compañero (que es Rayado) se levanta y menciona "¡mis llaves!" y empieza a buscarse en sus bolsos y yo también hice lo mismo, !hasta hice que se buscara también mi pequeño sobrino! jajaja.

Un señor que estaba detrás nuestro se percató de lo que sucedia y ofreció su ayuda a lo que agradecimos pero no había mucho que hacer de momento, asi que mi compañero dijo que él iría a buscarlas y nosotros nos quedaríamos a ver el partido que ya estaba iniciando y si a medio tiempo él no volvía pues nos encontraríamos en cierto lugar, total asi paso el partido y mi sobrino y yo celebramos los goles del equipo de nuestros amores ¡TIGRES! (no le hace que sean "maletas" :P) asi hasta que se oyó en el sonido local del estadio los clásicos anuncios que hacen para poner en aprietos a ciertas personas, supongo por conocidos de ellos mismos "fulanito le busca su suegra en la puerta tal, a Manganito, lo buscan sus hijos" y asi cosas por el estilo ante las risas y burlas a la gente cuando escucho que dicen:

"Se gratificará a la persona que entregue unas llaves que se extraviaron para mayor referencia tienen un llavero del Monterrey..."

Para los que no son de aqui eso equivale a anunciar un llavero del Boca Jrs en el Monuental o del Real Madrid en el Camp Nou.

¡Tragame tierra! Yo me empece a hacer chiquita chiquita en mi asiento mientras oía el alboroto (por decirlo de manera elegante) que causo en el estadio abarrotado con más de 45,000 almas que eran en su mayoría tigres a la vez que pensaba ¡pero a quién se le ocurre! en eso el señor que amablemente nos ofreció ayuda me toca mi hombro mientras me dice con voz alta como para que todos lo escuchen: "¿son las suyas verdad?", ¡pues que más me quedaba decile! "sí, GRACIAS".

Al final dicho anuncio surtió efecto, una de las vendedoras que se encuentran fuera del estadio las habia encontrado y acudio al llamado :) y al final : ¡Ganaron los tigres! jajaja.

Y espero que mañana también.

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