17 septiembre, 2006

Romances de oficina: Cuando el río suena...



Después de superar unos problemillas de salud, regreso al mal camino de los blogs...

Y como evitar no regresar a escribirles después de que la casualidad hizo que me topara con una de las personas más desagradables que he conocido y eso me hizo recordar varios episodios graciosos que pasé a costillas de este tipo, les comento uno:

En mi anterior trabajo en mi departamento había un magnífico ambiente laboral y sería perfecto sino fuera por "Alfonso" (llamémosle así) era el tipo que siempre tenía algo que decir de los demás, el que siempre te contaba algo para ponerte "sobre aviso", mentiroso como él solo, con los dedos manchados de tanto fumar, una persona muy muy desagradable pero lo peor de todo es que se creía irresistible.

Alfonso tuvo un affaire con su secre, en su tiempo no tuve ni ganas ni oportunidad de enterarme a pesar de que varias personas de otros departamentos de pasadita me hacian el comentario para preguntarme por el chisme, al paso de unos meses, como era de esperarse, su secre se "tuvo" que ir y su lugar (laboralmente, por supuesto! :P) lo ocupó "Carmen", ella como ya trabajaba en la empresa sabía algo de la historia y evitó tener algo más que una relación laboral con Alfonso. Había pocas mujeres en mi departamento así que Carmen y yo llegamos a ser buenas amigas. A la larga curiosamente quien nos "confirmó" lo del romance y sus consecuencias fue la propia esposa de Alfonso quien nos llamaba primero para decirnos sus sospechas y después para externar sus desengaños, temiendo que las llamadas fueran plan del propio Alfonso (asi de retorcido era) siempre fingimos demencia y nunca le quisimos comprar boleto en ese lío, después que arreglaron sus problemas la esposa de Alfonso se convirtió en su chofer, lo llevaba y lo recogia diariamente, a veces, cuando él se demoraba la Sra. pasaba a esperarlo y por lo general entraba a saludarme o se quedaba con Carmen para preguntarle si había novedades.

Es graciosa la actitud del hombre cuando quiere ocultar algo, se les nota a leguas, Alfonso que no podía ni despegar un post it si no lo ayudaba o lo hacia Carmen un día le dijo que le enseñara como encender la máquina de escribir, ella le dijo que mejor le pasara lo que tenia que hacer pero él se nego, increiblemente Alfonso quería aprender a usar la máquina, encogiendose de hombros ella le explicó como usarla. Alfonso terminó de escribir y antes de salir le dijo que estaría en la planta industrial, a ella que le ganaba la curiosidad sacó la cinta de la máquina y pudo ver lo que había escrito: era un cheque para su exsecretaria mismo que escribió quincena tras quincena.

Coincidió que en una de esas "entregas quincenales" yo tenía que salir a una agencia a recoger mi auto, una amiga vendría por mi por lo que me dirigí a la entrada de la empresa, en la caseta de vigilancia allí estaba Alfonso, con un sobrecito en su mano esperando a "alguien", en su cuestionamiento-casi-interrogatorio del qué hacía yo ahí, se advertía que le urgía que me largara pronto de ese lugar: -"Yo creo que ya no vinieron por Ud, mejor vaya en un taxi", -"A lo mejor se confundió en la hora de la cita" y cosas así por el estilo me decia, yo, más cabrona que bonita, solo le sonreía y le decía "La voy a esperar un rato mas..." mientras me acomodaba en mi asiento y fingia leer la revista de la empresa en realidad me aguantaba la risa, me divertía ver la desesperación del tipo y los vigilantes que era obvio que sabían de esas entregas clandestinas tambien se miraban entre ellos y se sonreian.

Debí preguntarle a que santo patron se encomendaba: recibí llamada de mi amiga, no podría venir por mi, por lo cual tendría que llamar a un taxi pero en ese momento iba saliendo un compañero en una camioneta de la empresa, Alfonso era su Jefe y le sale al paso para decirle que me diera un ride, no tuve de otra más que acceder y agradecer "su amable gesto" luego pensé que fue mejor evitar esa escena tan comprometedora para él.

Sí, ayer lo ví sentado solo en una banca de un centro comercial fingí no verle y seguí de largo, luego le comente a mi hermana y me pregunto donde estaba él

Ruth: ¿para que quieres saber quién es?

Hna de Ruth: "No es que quiera saber QUIEN es él por lo que hizo, eso es muy común, sino quiero saber A QUIEN le hicieron lo de la cinta de escribir eso si que NO es común porque fijate que ayer ví un capítulo de CSI en donde tambien sale lo de una cinta y me acorde... etc etc"
Ruth: "Ay méndiga..."

10 comentarios:

Miguel dijo...

Aqui no sabiamos que estabas malita, de todas formas felicidades por volver entre nosotros :D

Muy bueno el truco de la cinta, muy "naïf" el no escribir el cheque a mano, yo creia que ya no existían las máquinas de escribir, de todas formas, así aprende a meterse con la secretaria :P

alba-dj dijo...

Hola, Te extrañamos un monton,,,como dice Miguel, no sabiamos que tabas malita..Lo bueno es que ya estas mejor :D jeje muy bueno lo de la cinta..y cuando escriben a mano, pues nomas checas el papel donde apoyo a contraluz y tambien te puedes dar cuenta :P

Ruth dijo...

Miguel: eso pasó hace años, me quedó la duda del porqué los llenaba a máquina, quizá asi se equivocaba menos??... jajaja no lo sé.

Alba: jaja espero nunca recurrir a tal recomendación.

Gracias por su buena vibra ;)

CARBONO dijo...

Es muy interesante como comienza un chisme y como termina (jaja), al final de todo el rollo la persona que riega el tepache es el más sorprendido. Saludos Ruth.

Luis Cineralio dijo...

Saludos Ruth!

Que divertido relato... y es verdad, los hombres no sabemos mentir... aunque algunos lo disimulan con cinismo y les va bien.

Anónimo dijo...

Ruth, los hombres realmente pueden ser tan pero tan imbéciles, que cada vez entiendo más a las mujeres que deciden volverse lesbianas. Por otro lado, las mujeres pueden ser tan pero tan imbéciles también (como la mujer de Alfonso que en el fondo sabía de todo pero se hacía "la chiva loca") que prefiero quedarme con los imbéciles de los hombres. hahahahha. En las oficinas se ve cada caso que realmente C.S.I. le quedaría pequeño. hahahha. Qué bien que ya estás mejor. Un besote!

LauRa G. BaRea dijo...

Hola Ruth!!! que bueno que ya estas bien y de vuelta...yo aquí sigo chiviada por tucomenario en mi blog...gracias, me hiciste el día...ya me creo mucho, jajajj :P

Aunque yo no tengo mucha experiencia en esas anécdotas de oficina, apenas estoy conociendo el área...pero comprendo esa clase de hombre desagradable...hace como dos semestres tenía un maestro también que se creía "bien bueno" jeje...coqueteaba con todas y se sentía que siempre estaba "en onda"...no lo soportaba y tambien había chismecillos de romances (no entiendo quienes pudieron estar tan desesperadas ¬¬) jeje.

Fíjate que CSI es como lo Simpson, que ya todo ha pasado ahí...no importa cuan extraña sea la situación...ya pasó en CSI...o en los Simpson. jeje

Saludines Ruth..y que sigas muy bien...cuando salgas y este lloviendo abrigate bien y lleva paraguas, y si hace calor toma muchos líquidos...ahh!! y come a tus horas, no te andes malpasando ehhh :P jeje.

Ruth dijo...

Monkey: Hola, espero que estes del todo bien de tu brazo ;)

Luis: hay de todo en esta vida ;)

Indra: efectivamente Indra lo peor son las mujeres con autoestima baja (por no decir otra cosa)

Lauris: Gracias por tu buenos deseos =)

Prismatico dijo...

jajaja chale que rollo con los lios de oficina ese tipo me recuerda a unn amigo!! salu2

Anónimo dijo...

jijiji...me recuerda a mi jefe...se cree galán y anduvo conuna compañera mía...creo que ya te conté la historia...pero gracias a que ya se fué la tal compañera, ya por fin nos contrata muestreros más o menos, pues antes cuando ella estaba contrataba puro muestrero feo según él para no tener competencia....el solito se hacía menos.

Así son los hombres, incluso cuando dicen "si a ese wye le hizo caso, ¿Porqué a mí no me lo va a hacer?"

que bueno que estás bien.

salu2