06 mayo, 2006

Ayrton Senna


El pasado 1o de mayo se cumplieron 12 años que murió Ayrton Senna, día trágico en la historia de la F1 y para cualquier aficionada/o al automovilismo, de él ya escribí aquí y en esta ocasión dejo un articulo que apareció en Reader's Digest en 1999 del libro de Sid Watkins "El inolvidable Ayton Senna" es un post largo pero vale la pena.

Duro en el acelerador.
Generalmente no tengo premoniciones, pero ese dia cuando salio el sol, me sentía aprensivo. No queria que llegase esa carrera, el Gran Prix de San Marino en 1994. El día antes, Roland Ratzenberger, un conductor austríaco, se había matado durante la práctica de cualificación. En la charla de los corredores hicimos un minuto silencio para Roland. Yo miraba alrededor del cuarto y vi que la mayoria se lo tomaban bien, a excepción de uno: Ayrton Senna, el tres veces campeón del mundo y amigo cercano mio, lloraba.

Neurocirujano clínico, y también apasionado a los coches de carreras, por años he combinado esos intereses disimiles, sirviendo en el personal médico del gran Prix. Yo respeté a Senna enormemente desde el primer día que lo vi en Kyalami en Sudáfrica en 1984. Aunque ésa era solamente la segunda carrera de fórmula uno de su carrera y su coche era temperamental, el joven brasileño había manejado para conseguir un lugar.

Después de la carrera, él había venido al centro médico que sufría de los calambres en su cuello y hombros, se quejaba exageradamente hasta que le dije que se calmara: -"su condición no era terminal". Después de eso, él relajó y hablamos un poco.
Senna vino a verme en mi departamento en el Real hospital de Inglaterra en Londres. Lo puse en tratamiento de esteroides y su recuperación rápida nos condujo a una larga relación.

Un hombre de visión.

Senna y yo teníamos una relacion inusual. Cada vez que podiamos tomabamos vacaciones cortas juntos. Durante una de éstas hice un descubrimiento notable a cerca de mi amigo: Como admirador desde hacia mucho tiempo de Jimmy Clark, el mago de los Grand Prix de los años 60, Senna había siempre deseado ir al museo Escoces en Duns cerca de Edimburgo. Después de hacer los arreglos con el encargado, fuimos un día en 1991 para una visita en la tarde. Yo Conducía, di vuelta sobre el camino donde pensé que era el museo, pero entonces vacile buscando la señal.

-"Alli esta la señal"-, dijo Senna.
-"¿Donde?-, le conteste.

-"Al final del camino"-, él señaló.
-"Dice claramente 'Sala Jim Clark'"-.

Yo ni tan siquiera podia ver el poste con la señal, ni que decir de lo que en ella se leia pues estaba a una distancia de unos 100 metros. La agudeza visual extraordinaria era una de cualidades de Senna. Estoy seguro que esto es un requisito para los mejores conductores en fórmula uno. Tal capacidad da a un corredor profesional una percepcion de profundidad y un sentido de la distancia tan agudo que la maniobra de sobrepaso a las altas velocidades, horrorizando a la persona ordinaria, se puede lograr con exactitud casi computarizada.

Dentro del
museo mirámos la colección. Senna graciosamente accedió ser fotografiado firmando el libro de visitantes. Esa tarde lo conduje de nuevo al aeropuerto de Edimburgo en donde su jet privado le esperaba. En el camino me dijo: -"Profesor, quisiera decirle que pienso que usted es un conductor muy bueno y muy cuidadoso, pero que usted es también ¡muy lento!"-

Ese no era ciertamente su estilo de conducir. Una vez, después de haber volado a Bolonia en su aeroplano le pregunté por cortesía si él queria conducir el coche que había alquilado. Él lo hizo, y pronto encontramos una línea larga de dos carriles de tráfico parados en una intersección. Sin vacilación, Senna tiró por entre el espacio entre ellos con apenas un centímetro de distancia en cada lado.

Cuando la luz cambió, arrancamos tan rápido que cualquiera de los conductores ultrajados no tuvieron tiempo ni de tocar la bocina. Yo me senté congelado del terror. Mis dientes estaban tan apretados del miedo que los músculos de la quijada estaban adoloridos cuando llegamos al hotel.

La carrera final

Senna estaba en su mejor forma para el Grand Prix de San Marino 1994 en Imola y se había calificado en la primera posición de partida. Entonces vinieron las horribles noticias del accidente de Ratzenberger. Hasta entonces, mi amigo nunca había enfrentado la muerte tan cerca en un circuito. Habíamos tenido magníficas carreras en el Gran Prix por 12 años sin una fatalidad. El impacto de la muerte de Austriaco devastó a Senna. Él estaba afectado y lloró en mi hombro. Por el 94, él y yo nos habíamos hecho amigos cercanos por muchos años. Ibamos de pesca juntos; frecuentabamos las familias del otro. Habíamos hablado y nos habíamos preocupado juntos sobre todo aquello que concernia a nuestras vidas y a la F1.

"Ayrton" le dije, "porque no te retiras para la carrera de mañana? ¿De hecho, por qué no lo dejas todo de una sola vez? ¿Qué más necesitas probar? Has sido campeón del mundo tres veces; eres obviamente el corredor más rápido. Para de competir y vayamos de pesca." Guardo silencio; de repente me dio una mirada intensa y dijo tranquilamente: "Sid, no puedo parar. Tengo que seguir".

El día siguiente era un día hermoso. Los conductores comenzaron la vuelta inagural; Senna lideraba. Entonces vino la luz verde, y vino la partida. De repente las banderas amarillas ondeaban por todas partes: había habido una colisión durante la largada. Los conductores en los dos vehículos accidentados aparecían ilesos y los otros coches continuaron corriendo.

Aunque la carrera continuaba, habian escombros por toda la zona de la parrilla de partida, entonces coche de seguridad salio para liderar a los coches en una procesión lenta alrededor del accidente, dando a los jueces tiempo para limpiar la pista. Finalmente, cuando la pista estaba lista, el coche de seguridad sale del circuito y los coches de fórmula uno salen lanzados otra vez a la carrera. Senna estaba en el frente, seguido de cerca por Michael Schumacher.

Ellos dos iban como relámpagos para la siguiente vuelta.
Entonces fue cuando tuve una premonición, ocurriria un accidente devastador. En seguida habian banderas rojas por todas partes. De alguna manera sabia que habia sido Senna. Para cuando llegue al sitio del accidente, lo encontré desmayado en su vehículo. Un doctor del primer coche médico estaba ya con él, sosteniendo su cabeza aun con su casco.

Frenéticamente cortamos la correa de barbilla y apoyamos su cuello mientras le quitabamos el casco. Sus ojos estaban cerrados. Él estaba inconsciente y parecia tan sereno. Levanté sus párpados. Estaba claro por sus pupilas que tenía una lesión cerebral masiva. Suavemente, lo levantamos de la cabina de su coche y lo acostamos sobre el suelo. En ese mismo instante, le oímos suspirar. Sentí que su alma habia partido en ese momento.

Más ayuda médica llegó, conseguimos entubarle varios IVs, aun podía sentirsele el pulso. Llamamos al helicóptero a escena, mi amigo era llevado rapidamente al hospital de Maggiore pero yo sabía por lo grave de la lesión que no sobreviviría. Me di cuenta que no tenía sentido acompañarle, no podría hacer nada más para ayudarle. Tomé el casco de Senna y sali para el centro médico para guardarlo bajo llave. Sabía que dentro de poco la carrera reiniciaria, los jueces dispersaron polvo de cemento para absorber el aceite derramado de el coche de Ayrton marcando el lugar en donde había perdido a mi querido amigo. La carrera continuó, este vez sin contratiempos, solamente despues se hizo el triste anuncio de la muerte de Senna.

Desde el trágico accidente, vuelvo a vivir con frecuencia las memorias de mi amigo. Una imagen particularmente. En marzo de 1993, Senna me habia invitado a ir a pescar en su granja en Brasil, una gran tempestad con truenos dejó fuera de servicio la energía electrica y el teléfono, cuando supo que tenia que llamar a casa, Senna me condujo feliz y rápidamente a través de 65 kilómetros de caminos inundados a un pueblecito. Encontramos un teléfono público e intentábamos hacerlo funcionar cuando un grupo de niños brasileños aparecio en escena, finalmente encontramos a un mecánico de garage que reconoció el Senna y me dejó utilizar su teléfono. Me fui a hacer mi llamada. Cuando regrese al sitio, una muchedumbre más grande de jóvenes se había reunido alrededor de él. Siempre recordare a Ayrton Senna como estaba esa tarde, rodeado por impacientes niños, pacientemente dedicado a firmar autografos bajo resplandor de una solitario farol de calle.

Tomado de "Vida en el límite: Triunfo y tragedia en fórmula One"


5 comentarios:

Anónimo dijo...

Recuerdo que ese día estaba, como siempre, viendo la carrera y cuando vi su cabeza inclinada, super que era algo grave. Cuando anunciaron su muerte, se escuchó un silencio tristísimo en toda la ciudad de São Paulo. Ese silencio lo recuerdo hasta hoy. No podíamos creer que Ayrton se había ido. Que habíamos perdido un héroe. Brasil entero lloró su muerte. Todavía, cuando leo cosas como las que acabas de postar, se me salen las lágrimas de tristeza. Gran pérdida para el automobilismo. Gran pérdida para el deporte. Gran pérdida para Brasil. Gran pérdida para el mundo.

Tricoidal dijo...

Todavia me acuerdo muy bien de esa carrera; yo la estaba viendo en mi casa un sabado en la noche.. tengo un recuerdo vivido del momento en que el carro se salio de la curva y choco de lado contra el muro de contension.. al inicio parecia que no habia sido gran cosa.. pero empezaron a llegar ambulancias y mucha gente.. se tomaron bastante tiempo. Todavia no habia terminado la carrera cuando anunciaron que Senna habia fallecido.. senti muchas ganas de llorar..ese dia Schumacher gano la carrera, pero no hubo celebraciones.. Senna era el idolo de muchos de nosotros aficionados a la F1.. nunca nos perdiamos una carrera, comprambamos todas las revistas especializadas y mi hermano tenia su cuarto tapizado de posters de Senna con su Lotus negro.. el John Player Special.. se veia impresionante.. hay muchisimas anecdotas de Senna: cuando se dio de golpes con Nigel Mansell, los agarrones que se dio con el Alan Prost en las pistas.. que fueron muchas. Los problemas que tuvo con Nelson Piquet..La foto a distancia de la compañera sentimental de Ayrton de luto recargada en una pared y destrozada emocionalmente el dia del sepelio.. la muchedumbre llorando en Brasil. El Gran Premio en donde murio Senna ha sido el ultimo que he visto.. a partir de ese dia mande mucho a la *&%# a la F1....
En una ocacion en que gano el Gran Premio de Brasil bajo la lluvia, para variar el era considerado el mejor piloto en pistas mojadas, pusieron en vivo el microfono de Senna.. se oian unos gritos desgarradores.. era Senna que estaba celebrando su triunfo y nosotros en la casa gritamos junto son el.. =(

Anónimo dijo...

YO TAMBIEN LO RECUERDO LOESTABA VIENDO YSE ME FUE EL ALIENTO CUANDO LO VI ESTRELLARCE SENTI COMO VER UN FAMILIAR HERIDO VER ASU NOVIA SUBIR AL HELICOPTERO LLORANDO DEVERAS ME PARTIO EL ALMA PERO COMO ME HACIA SALTAR CADA QUE ENTRABA A PITS ERA MAGIA CON TODOS LOS EQUIPOS EN TODOS LOS REBASES Y LAS CURVAS TODAVIA ME EMOCIONA

Ruth dijo...

Si Indira, yo también me conmoví al buscar este articulo y ver otras cosas como videos de él. La F1 ya no fue lo mismo.

Tricoidal, ese bólido es lengendario, mi favorito.

Manzanares: Los que nos apasiona (o apasionaba) la F1 recordamos ese día, tal como recuerdan el 8 de diciembre los que aman la música.

Anónimo dijo...

Hola Ruth, el otro día lo leí y me gustó. La fascinación por su personalidad que hace que nos fascine también. Lo lejano que parece y, al mismo tiempo, cercano. De algún modo como Ray Davies, al que pude ver el otro día y quisiera haber podido retratar de tan cerca.
Gracias por los consejos del compresor pero estoy buscando un compresor de mp3 en mp3 de menos peso. Pierde algo de calidad pero gana ligereza para sortear las limitaciones de mi correo eléctronico. Me he acostumbrado a enviar canciones con mensaje, como cursillo on-line o simplemente como regalo.
Mañana viajo a Sevilla, no he estado jamás y siento, deseo, que me cautive. Sigo perezoso con mi correo pero ya os contaré.
Por cierto, no tengo intención de ver Misión Imposible ni siquiera como comedia.
SalU2